Tal día como hoy, hace ya 131 años, nació el ilustrísimo letrado tucumano Juan Bautista Alberdi. Por eso sus colegas celebran religiosamente el Día del Abogado cada 29 de agosto: pero como en el calendario convulsionado de este 2015 esa fecha cae en sábado, el Colegio de Abogados de la Capital concretó ayer su acto institucional, que por tradición tiene un tono crítico. Y si bien esta vez nadie se acordó de Alberdi y de las bases constitucionales que sentó, sí hubo torpedos discursivos para quienes reformaron por última vez la Carta Magna vernácula. Sin eufemismos, Francisco García Posse, presidente de la entidad profesional, atribuyó a ese grupo de convencionales constituyentes afectos al gobernador José Alperovich el fracaso del régimen electoral que desestabiliza a la provincia.
“A esta situación hemos sido conducidos por quienes ejercieron la mayoría en la Convención de 2006. Ciertamente, la impudicia de otorgar un mandato expreso que no pensaban cumplir para que la Legislatura incorpore el voto electrónico contrasta con la imposición, con cerrojo constitucional, del nefasto sistema de acoples, y con la desvergonzada y contradictoria disposición de que el voto debe constar en una boleta”, acusó casi en el comienzo mismo de la alocución que brindó en el auditorio del Colegio. El único orador de la mañana añadió: “se ha pretendido eternizar un sistema electoral que va a ser siempre sospechado y, ya hemos visto, recurso inagotable de corrupción electoral”.
El presente demuestra que no queda más alternativa que cambiar el régimen electoral repudiado, según García Posse y el Consejo Directivo que preside. “Instamos a la clase dirigente a que lo modifique con urgencia en términos que garanticen indispensablemente transparencia, igualdad, seguridad, universalidad y, sobre todo, libertad de elegir. En tanto ello no ocurra, se habrán de suceder, elección tras elección, manifestaciones de disconformidad con los resultados electorales que, como hemos visto recientemente, hasta pueden llegar a alterar la paz social”, advirtió sentado en el estrado en compañía del vicepresidente Juan Musi y del prosecretario Rodolfo Gilli. Previamente, García Posse había dicho que, en su condición de tal, sostenía que las instituciones de la democracia son el único remedio posible y la fuente proveedora de todas las soluciones. Y en esta emergencia exigió salidas equilibradas, justas y tranquilizadoras.
El dardo impacta sobre Juan Manzur, supuesto gobernador electo y ex presidente de la Convención. Participaron en ese cuerpo 32 convencionales oficialistas, 10 representantes del sector que lideraba Fernando Juri y cuatro aliados de Participación Cívica. Integraron el primer grupo Domingo Amaya, Beatriz Ávila, Armando Cortalezzi, Silvia Rojkés de Temkim, Rolando Alfaro, Carolina Vargas Aignasse, Daniel Heredia, Héctor Romano, Gloria Díaz, Aldo Salomón, Paula Khoder, Julio Silman, Roque Graneros, Cristina Romano de Espeche, Ángel Paliza, Manzur, Susana Díaz, Luis Olea, José Orellana, Adriana Najar de Morghenstein, Julio Dip y Daniel Toledo. El jurismo intervino en la enmienda constitucional por medio de Fernando Juri Debbo, Rodolfo Ocaranza, Antonio Raed, Olijela Rivas, Alberto Leal, Daniel Herrera, Alejandro Martínez, Oscar Godoy, Lilia Teresa Ramírez de Castro y Roque Cativa. Los convencionales de Participación Cívica fueron Osvaldo Morelli, Roberto Martínez Zavalía y María Cecilia Serra y Carlos Courel.
Los cuatro opositores de la Convención de 2006 (Daniel Blanco y Martín Correa del Partido Obrero; el demócratacristiano José Manuel Páez y el radical Juan Roberto Robles) se retiraron de la asamblea antes de que esta concluyese su función por considerar que el plenario le había entregado al gobernador José Alperovich la suma del poder público.